domingo, 1 de junio de 2008

El trabajo, nuestra vida


El trabajo ocupa la mayor parte de nuestra existencia, y nuestros compañeros de oficina, pupitre o cadena pueden convertirse en las personas más especiales o más odiadas de nuestra vida. Como diría Maslow, el ser humano es un ser social, y por ello no puede evitar relacionarse con las personas que le rodean, tiende a reunirse en grupos de los que depende física y emocionalmente. Está claro que necesitamos crear lazos para sentirnos aceptados por la sociedad y qué mejor lugar que el trabajo para hacerlo.


El amor, el odio, el compañerismo, la amistad son relaciones a la orden del día en las oficinas. La hora del café, los chistes, las bromas, la superación conjunta de problemas son las causas que nos llevan a sentirnos tan apegados a nuestros compañeros.


Según un estudio de Hite Research Internacional el 42% de los empleados de 10 grandes compañías admitieron tener relaciones sexuales en el puesto de trabajo. Según el INE los sectores que más líos tienen entre sus trabajadores son los de producción (67,14 %) y los de las fuerzas armadas (57’82 %). Estas relaciones casi siempre acaban en escándalo… Bill Clinton lo sabe muy bien.


Pero no sólo amores, también miles de denuncias llegan cada día a los juzgados. El acoso sexual y el acoso psicológico, alimentado casi siempre por la envidia, son cada vez más comunes, no sólo entre compañeros adultos sino también entre niños en los colegios, llegando muchas veces a un desenlace trágico.


Las relaciones laborales deben cuidarse, la buena convivencia es la buena empresa.


Silvia

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