miércoles, 16 de abril de 2008

La otra cara del sexo


En estos tiempos, a nadie escapa que la industria vinculada al sexo es una de las que más lucro obtiene con sus actividades. El sexo está a la orden del día, el sexo mueve dinero, el sexo "vende". Nos lo venden en anuncios, en publicaciones, en las películas (no tienen porque ser exclusivamente eróticas) y en numerosos otros lugares. Estamos en la era de la información y esta temática ha dejado de ser tabú favoreciendo así su práctica y mejorando su disfrute a través de la divulgación y, precisamente, de la información.

Así pues, son numerosos los servicios dedicados al sexo en muy diversos frentes. No obstante, no todas las actividades que genera el sexo son lícitas y existen importantes vacios legales así como delitos propiamente dichos alrededor de este tema.

Desde aquí haré un análisis de la pornografía y lo que ella mueve.

La industria de la pornografía, a través de sus múltiples medios de difusión (revistas, televisión, cine, internet...) es sin duda alguna uno de los negocios más asentados y rentables. En EE.UU. se producen unas 11.000 películas pornográficas al año. Las cifras no engañan; anualmente esta industria genera 60.000 millones de dólares en el mundo, dirigidos a los más de 250 millones de personas que consumen productos y servicios pornográficos. Por poner un breve ejemplo Private Media Group nació en Barcelona hace más de 40 años y es líder mundial de distribución de pornografía además de cotizar en bolsa.

Cabe indicar también que este negocio no es sustentado exclusivamente por el género masculino, si no que en los últimos tiempos las mujeres se están acercando y demandan unos servicios que hace unos años parecían impesables. Portales en la red como SexyAvenue se encargan de vender artículos eróticos para mujeres y es que las mujeres están más interesadas en la práctica en sí (según los datos) que en consumir sexo pasivamente.

Sin dudarlo, es sabido que hay otras importantes actividades ligadas al sexo al margen de la ley (la pornografía en sí es legal), pero habría que inmiscuirse en temas mucho más escabrosos.

Como conclusión, diré que el sexo es algo que nos rodea. Que está en la sociedad y que es natural a la propia condición del hombre. De como lo utilicemos y como nos lo planteémos (de modo responsable) dependerá nuestro propio bienestar y el de los demás. Y es que no por ser una actividad saludable se deben rebasar unos límites que saquen al sexo y la actividad sexual hacia unos contextos perjudiciales.

/Pulsa AQUÍ para enlazar con un interesante vídeo acerca de las cifras de este negocio/

Eduardo L.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Que la pornografía es un negocio que mueve mucho, muchísimo dinero es un hecho. Que no es aceptada por toda la sociedad es otro. ¿Es vejatoria? Quien sabe, determinadas prácticas sí son vejatorias y en realidad el sexo debería ser algo íntimo entre dos personas y no publicitable o emitible, pero vamos, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Es decir. El que no haya visto porno en su vida o bien miente o bien es Testigo de Jeová.

Pero el problema del porno no es ese. Llegando a límites insospechados como la pornografía infantil se alcanzan cotas de miseria humanas inimaginables. No soy contrario al porno aunque tampoco soy su más ferviente defensor, pero hijos de señorita de compañía como aquellos que van secuestrando y fotografiando niños para desnudarlos y colgarlo en internet... Deberían ser fusilados, o mejor y como el ilustre Luiso dijo. Darles bien por la zona trasera sin vaselina ni nada con una viga de cualquier edificio.

En fin, que el porno es una realidad y que mueve dinero está claro, lo sabemos todo. A mí lo que me llama la atención es la efusividad con la que la gente proclama querer ser actor porno. "Follas mucho y cobras más". Probablemente, pero es todo fingido y... Que le pregunten al bueno de Sifredi hasta donde está de hacer porno. El sexo pierde toda su gracia.

Buen post Eduardo, un abrazo!

Eduardo Lázaro dijo...

Efectivamente Andrés. Todo eso que tu has nombrado es la parte perniciosa del sexo. Prácticas deleznables que gracias al dinero que mueven no sólo no menguan, sino que aumentan.

Anónimo dijo...

Por muy triste que sea ésta es nuestra realidad y, la pornografía y el tráfico sexual, ocupan uno de los negocios más rentables junto con las drogas.

Es un tanto difícil entender como algo tan vejatorio como puede ser la venta de cuerpos humanos para satisfacción de enfermos/as (que no sólo son los hombres, como solemos estereotipar sino también mujeres)gane tanto dinero y cada día prolifere más. ¿Cómo se puede disfrutar del sexo de esta manera? ¿Cómo pueden existir personas que paguen por acostarse con niños?. Es algo que yo nunca podré llegar a asimilar y por supuesto a compartir.

Por mucho que digan, esas personas no deberían ver la luz del día, tendrían que estar el resto de su vida entre rejas, porque el que consume pornografía infantil o bien pone la teoría en práctica, una vez fuera, lo vuelve a hacer.

La pornografía, utilizada de forma reponsable, si puede ser beneficiosa y estimulante tanto para el individuo como para la relación con su pareja y como a dicho Andrés antes, el que no haya visto porno en su vida que tire la primera piedra.

No sé como algo tan bonito como el sexo puede convertirse en una fuente inagotable de dinero sucio, dinero ganado a base de explotación de personas, en definitiva dinero que debería hacer que los que lo ganan se les cayesen las manos al suelo.

En fin, este tema me produce nauseas, rabia, impotencia y vergÜenza; vergÜenza por pertenecer a la misma especie que esos "individuos".

Pensar que chicas de mi edad, engañadas con una vida mejor en cualquier país desarrollado, son engañadas para dedicarse a la prostitución, me produce una sensación que supera todos mis conocimientos.

Eduardo, dentro de que el tema del blog no me entusiasma mucho, tu post me ha parecido extraordinario y muy bien documentado. Espero tu firma por mi blog.

Besos, Paula

Anónimo dijo...

Un tema muy complejo en mi opinión es éste, la pornografía. Creo que es un recurso que se utiliza, como se puede atisbar en algún fragmento del post, de manera encubierta en películas, música o literatura. El sexo vende, llama, nos interesa y aunque nos resistamos nos persiguen para que acabemos picando. Películas como Instinto Básico o Acoso, por mencionar las primeras que se me ocurren, no muestran lo sugerente del sexo y la carga sexual como reclamo.

Lo cierto es que el tema de este blog es, a mi juicio, difícil de abordar de forma seria y sin caer en la vulgaridad, por eso tiene mucho mérito cómo lo estaís llevando hasta el momento. Seguid así porque os alejais de lo que se podría prejuzgar desde fuera.

Un beso

Elena.

Anónimo dijo...

Es triste pero es verdad, que haya que recurrir a este tipo de negocios para ganar dinero, y realmente, es lo que más dinero mueve.
¿Dónde quedan las relaciones serias entre una pareja que se quiere?.
Las personas que se enriquecen con este negocio tendrían que vivir en primera persona la tragedia que viven las familias que lo han sufrido.
Ojalá las medidas contra esta mafia aumenten y podamos decir que gente así ya no queda suelta.

¡Un beso para todos!

Anónimo dijo...

En mi opinión, la pornografía es un tema muy complejo. Por muy triste que resulte, es uno de los principales negocios en nuestro país. En muchos de los informativos que vemos cada día aparecen noticias relacionadas con la pornografía infantil, según mi parecer, el verdadero problema de este negocio. Creo que se deberían tomar más medidas contra toda esta gente que se dedica a "jugar" con los niños a su antojo.

Muy buen post Eduardo y, en general, buen blog!

Eduardo Lázaro dijo...

En los últimos comentarios os estáis centrando en la parte más escabrosa de la pornografía y en su lado ilegal.
En mi actualización me he centrado simplemente en comentar lo que supone el negocio pornográfico (en su vertiente legal), y esto es porque habría que meterse en un análisis mucho más profundo y escabroso para ahondar en temas como la pornografía infantil y temas similares. Sin duda, asuntos muy tristes y complejos.
Pero no olvidemos que la pornografía en sí es un negocio totalmente legal siempre que cumpla los requisitos para ajustarse a esa legalidad.
Un saludo!
;-)

Luis Torrecilla dijo...

El asunto es bastante peliagudo, y hay que saber discernir lo que está dentro de la legalidad de lo que no.

En mi opinión, la industria pornográfica (películas, revistas...) no me parece algo malo, yo mismo (al igual que todos, supongo) he consumido porno y no tengo reparo alguno en reconocerlo, ni es algo de lo que me avergüence.

El tema de la prostitución es el más complejo a mi entender; aquí es donde digo que hay que diferenciar lo legal de lo ilegal. Planteo una situación:

Madre soltera, sin estudios, sin trabajo, sin ingresos suficientes para poder contratar una asistenta para su hijo/a y ejercer un empleo digno...¿qué decide? hacer la calle, o anunciarse en la sección relax de cualquier periódico.

A mi entender, esto no sólo es legal: me parece heróico lo que hace esa mujer. Lo verdaderamente asqueroso es que el Estado no apoye económicamente a estas madres solteras.

El tema de la prostitución ilegal prefiero enlazarlo con la pornografía infantil, ya que todo es la misma basura. Mi opinión ya la saben muchos: muerto el perro, muerta la rabia; y que no les metan a la cárcel, que el resto de personas no tenemos por qué pagarles con nuestros impuestos el alojamiento ni la comida a esos indeseables.

La pena capital es lo ideal para estos seres, por mucho que los meapilas pro-derechos humanos (hoy en día, los pederastas tienen más derechos que los niños) se echen las manos a la cabeza.

Enhorabuena por el post, Eduardo, y enhorabuena también al resto del grupo por el blog. No es fácil (ni común) tratar el sexo de un modo crítico e informativo.